Hace poco lanzamos ReityCar, un token que representa un financiamiento colectivo de corto plazo a automotoras y que tiene como respaldo un auto. Este token, al igual que el de Socio Preferente, representa un financiamiento colectivo que entrega capital de trabajo a una empresa para que desarrolle su negocio.
La tokenización de activos es el proceso de representar activos del mundo real o Real World Assets (RWA), productos financieros o incluso digitales en tokens o unidades digitales. Estos tokens quedan registrados en Blockchain, una tecnología de registro distribuido que funciona como una base de datos moderna. Si te interesa saber más sobre la lógica detrás del funcionamiento, te recomiendo este post del CTO de Reity que explica muy bien qué es la tokenización de activos.
Así, la tokenización permite fraccionar elementos tangibles del mundo físico y trasladarlos al mundo digital. Esto abre la puerta a que inversiones tradicionalmente destinadas exclusivamente para altos patrimonios puedan estar al alcance de personas comunes y corrientes.
La pregunta surge naturalmente: ¿Qué otras cosas se pueden tokenizar?
1. Bienes raíces y propiedades
Un activo típico a tokenizar (y con el que comenzó Reity) es el real estate o las propiedades. Pueden ser edificios completos ya construidos, departamentos individuales o proyectos que aún están en construcción. Es el caso de nuestros tokens de renta y desarrollo:
También se pueden tokenizar bienes raíces de uso comercial, como strip centers, oficinas, bodegas industriales o incluso estacionamientos.
2. Deuda privada e instrumentos financieros
La tokenización permite que se fraccionen distintos instrumentos financieros de deuda privada, financiándolos colectivamente y permitiendo así que capitales más pequeños puedan invertir en proyectos de inversión de miles de millones.
Un ejemplo es el financiamiento mezzanine, un financiamiento híbrido entre la deuda bancaria y el capital propio en la estructura financiera, y es el caso de los tokens de Socio Preferente, que te permiten ser parte del inicio de un proyecto inmobiliario, financiando su construcción y rentabilizando la inversión en UF a plazo fijo. El token que compras representa una parte del préstamo que le haces a la inmobiliaria como Socio Preferente para poder financiar un proyecto inmobiliario.
Otro ejemplo es la deuda privada corporativa, en el que se tokenizan préstamos a empresas medianas —que encuentran en ese tipo de financiamiento mejores condiciones que en el mundo financiero tradicional— o financiamiento colectivo para capital de trabajo, como es el caso de ReityCar.
3. Commodities y materias primas
La tokenización de materias primas convierte activos físicos —principalmente metales preciosos como el oro— en unidades digitales y negociables 24/7. Permite reducir barreras de entrada y agilizar la liquidez, pero exige custodios sólidos y cumplimiento regulatorio estricto.
El activo principal es el oro, pero también se pueden tokenizar metales como la plata, barriles de petróleo (crudo Brent), o incluso granos como la soya, el maíz o el trigo.
El mercado es gigante: ya supera los US$ 2,23 mil millones, aunque el activo con mayor capitalización de mercado es el oro.
Dada su naturaleza, este tipo de tokenización tiene algunas particularidades:
El bien se deposita en una bóveda, almacén o terminal certificado
Un custodio externo emite certificados de existencia y actualiza auditorías periódicas
En algunos casos, los tokens se pueden canjear por el activo físico (normalmente hay un lote mínimo)
4. Arte y objetos coleccionables
Consiste en encapsular la titularidad —total o parcial— de una pieza de arte en Blockchain. Puede ser mediante un NFT (un tipo de token no fungilble) o tokens fungibles.
Este modelo de tokenización requiere especial cuidado en las primeras etapas del proceso:
Autenticación y tasación, en la que se confirma la autenticidad de la obra con un perito y certificado de procedencia) y se asigna un valor de mercado actualizado. Sin este informe, los inversionistas institucionales no reconocen la pieza.
Custodia física, que consiste en que la pieza se deposita en una bóveda, free‑port o galería de arte custodiada. En el caso del arte digital, el archivo “maestro” u original se encripta y se guarda en almacenamiento descentralizado o custodio especializado.
El resto del modelo de tokenización es similar, se crea una sociedad vehículo o SPV que es dueña de la obra y emite los tokens según un marco normativo.
Así, se pueden tokenizar pinturas de artistas reconocidos, como Love Is in the Air de Banksy que fue fraccionada en 10.000 piezas más un NFT maestro de custodia y hoy tiene 855 co-owners.
Tokenizar un activo de infraestructura —una planta solar, un parque eólico o una línea de transmisión— consiste en emitir tokens en Blockchain que le otorgan a sus dueños un derecho económico claro: equity, deuda, una parte de la energía producida o de los flujos de caja futuros de este activo. El activo queda dentro de un vehículo legal (SPV) o fideicomiso. Los tokens funcionan como su “acciones” o “bonos” digitales, transferibles 24/7, y el smart-contract define cuántos tokens existen, cómo se transfieren y cómo se reparten los ingresos.
Entre los proyectos icónicos de esta categoría están el de Enel y Conio en Italia. En enero de 2025, Enel, la mayor distribuidora eléctrica privada del mundo, recurrió a la tecnología blockchain para hacer la energía sostenible mucho más accesible para la ciudadanía. En colaboración con el proveedor de soluciones fintech Conio, Enel desarrolló un producto para la propiedad fraccionada de paneles solares y parques eólicos en la blockchain de Algorand (la misma plataforma de blockchain que usamos en Reity).
Este producto permite a los ciudadanos italianos autoproducir energía renovable a partir de fracciones de paneles solares y parques eólicos a gran escala, utilizar la energía generada para reducir sus facturas de electricidad e incluso vender el excedente.
Otro caso notable es el de AVR Solar Park, la primera tokenización en el sector energético de Serbia, con la venta del 80% de sus tokens solares AVR, valorados en 600.300 euros, de un total de 725.000 euros en oferta. Con una inversión mínima de 3.000 euros, los compradores del token adquirieron el derecho a recibir el 10% del capital al final de cada año y un interés fijo del 6%.
Tokenizar propiedad intelectual (PI) implica convertir derechos económicos sobre un activo intangible—canciones, patentes, libros o ingresos por streaming—en tokens registrados en una blockchain. Cada token incorpora en su smart-contract las reglas de propiedad, licencias y reparto de ingresos, de modo que dichos derechos puedan fraccionarse, transferirse y liquidarse en tiempo real sin sacrificar trazabilidad ni protección legal.
Un ejemplo es Opulous, que tokeniza regalías musicales, al tokenizar un porcentaje de ingresos por streaming de una canción o álbum.
7. Vehículos y activos móviles
La tokenización de vehículos y activos móviles —autos, camiones, drones, aviones, barcos o incluso maquinaria pesada— está pasando del proof-of-concept a la implementación comercial: desde Teslas que reparten ingresos en Viena hasta jets y barcos fraccionados para inversionistas globales. El modelo aporta liquidez, fraccionamiento y trazabilidad, pero exige gestión rigurosa del ciclo de vida del activo y cumplimiento normativo.